Diabetes mellitus

Es una enfermedad crónica común, que se manifiesta tanto en jóvenes como en adultos. Sus principales características son la aparición de hiperglucemia (aumento de azúcar en sangre), interrumpe el metabolismo de carbohidratos, proteínas, grasas, agua y electrolitos y suele deberse a una secreción insuficiente de insulina por las células del páncreas. Es un trastorno metabólico en el que el cuerpo no puede hacer un buen uso de la glucosa como fuente de energía. Hay dos tipos de diabetes, diabetes tipo 1 o diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente y diabetes tipo II o no insulinodependiente.

La diabetes tipo I también se conoce como diabetes juvenil porque generalmente ocurre en los primeros veinte años de vida. En la diabetes tipo I, el páncreas produce poca o ninguna insulina, la persona debe tomar insulina a diario y su vida depende de la ingesta normal de insulina (insulinodependiente). Aunque las causas exactas de la enfermedad no están completamente especificadas, las causas predisponentes importantes son la herencia, la obesidad, la edad, el sexo, las infecciones, el estrés, las enfermedades endocrinas, etc.

Los estudios han demostrado que el ejercicio aumenta la sensibilidad o reduce la resistencia de las células a la insulina, lo que da lugar a que los diabéticos tomen parte en cursos de paquetes para reducir o incluso dejar de tomar medicamentos. El ejercicio planificado contribuye a combatir la enfermedad y sus complicaciones de manera directa e indirecta. El efecto inmediato del efecto sobre la membrana de las células musculares es el efecto inmediato de que se vuelve más permeable a la glucosa, así como el mejor uso de insulina que circula por el organismo. En indirecta, es el efecto positivo del ejercicio sobre la obesidad, que suele ser una condición de acompañamiento de la diabetes mellitus.

Debe evitarse el ejercicio sistemático cuando la diabetes mellitus esté mal regulada cuando se produzcan complicaciones vasculares o cutáneas. Sin embargo, en otras personas se recomienda hacer ejercicio aeróbico frecuente, pero con precaución en la nutrición, debido a la hipoglucemia, y a la dosis de insulina y otros medicamentos. El ejercicio es inofensivo en un diabético, especialmente si la diabetes es tratada con insulina cuando se toman en serio una serie de medidas de precaución, como:
Una comida ligera 30 minutos antes del ejercicio, evitando el ejercicio durante la acción de insulina máxima, evitando la función muscular en la que se inyectó la inyección de insulina y la modificación de la dosis el día de ejercicio. La cooperación con el médico es, por supuesto, necesaria, como es necesario en general para participar en un ejercicio.